UNO DOS TRES

“Todas las personas mayores fueron al principio niños, aunque pocas de ellas lo recuerdan”.- Antoine de Saint-Exupéry.

Amigos de los invisibles, aprovechando la ocasión, les traigo unas cuantas canicas para jugar, es que este 30 de abril es un día donde tenemos la oportunidad de recordar lo que olvidamos por el ir y venir de la vida diaria, así que en esta ocasión les propongo sentarnos y ponernos cómodos para recordar algunos juegos que nuestros padres jugaban y por su puesto lo que nosotros jugábamos, así que para empezar que les parece que iniciemos a jugar a la rayuela o a  las carretillas humanas, pero claro sin hacer a un lado las buenas costumbres.

Primero solicito su permiso mamás, así que con su venia permítanme ser, en esta ocasión, el grillo de sus recuerdos, ¿se acuerdan de algunas frases que nos decían cuando pedíamos permiso para salir a jugar?, por si han preferido dejarlo en el olvido, me propongo abrir el cofre de los recuerdos de las frases más célebres o preferidas de las mamás:

Primero haz tu tarea, cuando termines tu quehacer puedes salir y para los que éramos melindrosos para comer que tal esta: “si comes bien y rápido sales a jugar”.

Por supuesto, nunca faltaba uno como yo, que en cuanto se descuidaba mi mamá me escapaba arriesgándome a que me cayera la chancla voladora, claro esto antes de que unos señores jugaran al adulto para promover una ley anti chancla, pero como diría un dicho popular, eso es harina de otro costal.

Y hablando de costal, se acuerdan de jugar a la carrera de costales. ¿Quién de nosotros no se llevó unos cuantos costalazos? Con el fin de ganar, seguramente muchos amiguitos desconozcan de lo que les estoy hablando, y es que hace muchos meses que el celular ocupa las manos de los niños cuando salen a la calle o de viaje y con ello quedó relegado el juego del veo.

El veo, uno de los juegos con el cual nos entreteníamos con nuestros papás, hermanos o compañeros de camino, y para todos aquellos que no se podían estar quietos, había un juego que si querías ganar tenías que permanecer como una verdadera estatua ¿te acuerdas? ¡claro me refiero a las estatuas de marfil!

Y bueno, si no querías estar como estatua podías jugar las rondas, una de la que más recuerdo es la rueda de san Miguel, juego en el cual lo que menos querías era que se acordaran de tu nombre en cuanto empezara a girar la rueda, ya que en cuanto decían a lo maduro, a lo maduro, que se voltee X de burro.

Y hablando de burro, ¿quién quiere ponerle la cola al Burro? Otro juego divertido que nos permitía aprender a seguir indicaciones y a jugar en equipo, bueno por último les propongo cabalgar en nuestros caballos, saltar la cuerda y bailar los trompos y por qué no, desempolvemos aquella muñeca de trapo para darle vida, junto con nuestro soldadito para que nos sigan acompañando tomados de la mano y no olvidarnos de ellos durante el resto del año, ahora me despido de ustedes para jugar a las escondidillas, esperando que no me encuentren para no lavar los trastes, así que uno dos y tres el último que se esconda los lava.

Artículo escrito por el Doctor Ángel Álvarez Sánchez, Doctor en Administración Pública por el Instituto de Administración Pública del Estado de Puebla (IAP). Ciego desde los 8 años. Creador y fundador de Los Invisibles, cuyo correo es: losinvisibles.2021@gmail.com

2 comentarios sobre “UNO DOS TRES

  1. muchas gracias por transportarme a mis vivencias pasadas al recordar volví a sentir lo feliz que fue mi niñes con los diferentes juegos con los que me desarrolle en ese tiempo envío cordial saludo para todo el equipo de hitdiscapacidad

    1. Estimado Ramón, que gusto nos dio recibir tu comentario, nos alegra también que este artículo haya traído a tu mente bellos recuerdos de tu niñez, haremos llegar tus comentarios a nuestro colaborador invitado para su conocimiento. Saludos cordiales

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