Por qué todas las personas deberíamos conocer el boccia

En la fotografía, David Smith, medallista de oro en boccia en Tokio 2020.

“La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Entonces, ¿para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar”. Eduardo Galeano

Todas las personas deberíamos conocer el boccia. Es una aseveración que podría repetir una y mil veces más. ¿Por qué? Porque este deporte paralímpico representa la utopía de un mundo donde todas las personas pueden decidir, elegir, planear, ser estrategas, disfrutar del tiempo y paciencia de las demás personas, del respeto y admiración de su intelecto, celebrar, ser libres, libres para tomar decisiones.

El boccia es entonces una referencia para caminar hacia esas utopías…

La utopía de una familia que da libertad

El boccia es un deporte que se practica en su mayoría por personas con parálisis cerebral. Los deportistas con un grado mayor de limitación física que afecta incluso el habla, son acompañados por una persona que les apoya a ejecutar su estrategia de juego.

Es común que la persona que acompaña sea un familiar cercano. La mamá, el papá o algún hermano o hermana deben seguir las instrucciones del participante. Ya sea a través del habla, de señas, de mover sólo los ojos, de emitir algún sonido, la persona con discapacidad dirige a su acompañante para lograr el resultado.

Hace unos años, mientras realizaba una nota sobre este deporte para un medio de comunicación en Michoacán, la mamá de un joven que practicaba este deporte y quien a causa de su condición de discapacidad, en específico, parálisis cerebral no podía comunicarse mediante el habla aseguró: El boccia nos ha ayudado a mejorar nuestra comunicación en casa. Las mismas instrucciones para el boccia ahora las usamos a la hora de la comida, en nuestras actividades diarias.

El boccia representa la familia que impulsa a la persona con discapacidad a aprender, desarrollarse, adquirir nuevo conocimiento e incluso, a decidir cómo comunicarse y definir un lenguaje propio, muy propio. El boccia representa también que el acompañamiento con paciencia, con empatía, con la intención de desarrollar autonomía, es el camino a levantar un oro.

La utopía de la capacidad para elegir

Ernesto Rosas Barrientos, experto en legislación y derechos humanos de las personas con discapacidad, habló en un evento organizado por Libre Acceso, A.C. y el Club de Cuentacuentos CASUL G18, sobre la capacidad jurídica de las personas con discapacidad. 

Para referirse a ella, inició con un aspecto básico que debería ser fundamental pero la mayoría de las veces no lo es, la capacidad de las personas con discapacidad para elegir sobre los aspectos más básicos de su día a día como la manera de peinarse, qué ropa usar ese día, cómo cortarse el cabello; que posteriormente se reflejan en la capacidad de firmar un documento, decidir sobre una propiedad, sobre una herencia, sobre tener una cuenta bancaria.

Las personas adultas mayores y las personas con discapacidad se enfrentan a estas situaciones, a ser rechazados o negados de su capacidad para decidir.

En un encuentro de boccia, la persona con discapacidad es la única persona que decide cómo lanzar la bola, qué bola lanzar, en qué momento hacerlo, con qué fuerza hacerlo. Decisiones que los pueden llevar al triunfo.

El boccia representa un mundo en el que las personas con discapacidad tienen la oportunidad de tomar decisiones, de analizar, elegir y tomar acción, de equivocarse, aprender de ello, corregir. Un mundo donde todas las personas alrededor saben que tienen la capacidad y se otorga la libertad y el respeto de hacerlo.

La utopía de ser considerada como una persona adulta

En el programa de radio Así las cosas, Katia D’artigues, fundadora del medio al que admiro llamado Yo también, mencionó: “seguimos pensando como en un nivel pendular con respecto a la discapacidad. O que son pobrecitos y merecen nuestra pena y lástima y que la discapacidad es una tragedia o una pena, o bien que son superhéroes por tener una discapacidad”. 

A esto agregamos el sesgo que comúnmente se tiene de considerar y referirse a las personas con discapacidad en edad adulta como niños, llamándolas incluso por su nombre en diminutivo.

En una competencia de boccia, las y los jueces demuestran un trato respetuoso a los deportistas paralímpicos, dirigiéndose a ellos directamente, no a la persona que les acompaña, no a una persona intermediaria, como comúnmente y erróneamente sucede cuando una persona con discapacidad va a un restaurante, quiere realizar un trámite o simplemente, una persona quiere comunicarse con ella y recurre a otra para realizarlo.

Una persona con discapacidad visual, motriz, intelectual, psicosocial o auditiva, es una persona inteligente, estratega, que tiene la capacidad de dirigir, analizar, liderar, comunicar. El boccia es la muestra de esto. 

Volteemos a ver a nuestra familia y a nosotros mismos

Te invito a que conozcas este deporte y en tu día a día permitas que cualquier persona tenga la posibilidad de decidir. Una persona con discapacidad tiene el derecho a decidir sobre su corte de cabello, su tinte de cabello, si quiere un tatuaje, si quiere dejar una herencia y a quién hacerlo y cómo hacerlo, incluso a elegir cómo defenderse ante una situación legal. Las personas adultas mayores tienen el derecho a decidir si quieren o no vivir en su casa, si quieren salir, cómo vestirse, cómo usar su propio dinero. Una persona en su niñez tiene el derecho a ser el centro y nosotros la oportunidad de evitar el adultocentrismo al querer tomar decisiones sobre ellos. Y a ti que lees esto, también te invito a defender tu derecho a decidir por ti.

En los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020,  vi la final individual de boccia, categoría BC1-4. La última jugada del medallista de oro fue precisa, perfecta. Mis lágrimas brotaron, brotaron y brotaron no por el oro, sino por darme cuenta que ese mundo utópico que aquí describo sí se puede lograr. Ese mundo lo vi en la pantalla, en una final de boccia en Juegos Paralímpicos. Las lágrimas también le brotaron a la mamá del medallista de oro quien lo ha acompañado en todo este trayecto. Las lágrimas también le brotaron a él, siendo protagonista por un momento de ese mundo ideal que debería ser el mundo que vive todos los días.

Según Tomás Moro, la utopía es un impulso de transformación, para la acción. Según el escritor Eduardo Galeano, la utopía sirve para caminar. Caminemos en ese sentido, en garantizar las decisiones, la libertad de las personas con discapacidad.

Por eso me gusta el boccia. Por eso, lo digo una vez más, todas las personas deberíamos conocerlo.

Nota:

Si te preguntas en qué consiste el boccia, a continuación compartimos una breve descripción y te invitamos a leer el artículo que escribimos sobre las reglas e historia de este deporte paralímpico.

Es un deporte que se juega entre dos personas o dos equipos rivales. El objetivo es acercar el mayor número de bolas de su color asignado a una bola blanca que se encuentra en un punto específico del área. Para lograrlo, ambos rivales deberán lanzar las bolas de forma estratégica. Gana la persona o el equipo que logra colocar la bola de su color más cerca de la bola blanca y suma puntos por todas las bolsas de su color que se encuentran cerca de la bola blanca antes de la primera bola más cercana del equipo rival.

También puedes consultar el siguiente video en Youtube con una explicación del boccia y sus principales reglas.

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