Para nosotros, las personas con discapacidad visual, el bastón se convierte en nuestro mejor amigo y compañero inseparable, veamos por qué:
El bastón blanco aumenta la seguridad de quienes lo usamos a través de la extensión del sentido del tacto y es un símbolo para que las otras personas sepan que quienes lo llevamos somos ciego o débiles visuales.
La transición de la movilidad independiente al empleo del bastón, es uno de los más difíciles y traumáticos períodos que vivimos las personas con significativa pérdida visual.
La decisión de comenzar el entrenamiento en orientación y movilidad, para aprender el uso del bastón, no sólo está determinada por el grado de la pérdida visual, sino por la decisión de terminar con la depresión y romper el aislamiento que virtualmente inmoviliza a las personas con discapacidad visual.
Las siguientes son algunas de las ventajas del uso del bastón:
Nos facilita el movimiento.
Nos permite interactuar con otras personas y con el medio ambiente.
Inspira más respeto por parte de los demás.
Nos identifica como personas con una discapacidad visual.
Nos ayuda a detectar obstáculos.
Nos previene de golpes y accidentes.
Mejora nuestro estado de ánimo.
El bastón ocupa el lugar de nuestra vista.
Se convierte en un artículo indispensable, como un amigo.
Nos da independencia y autonomía.
Nos da seguridad.
Nos permite recuperar la confianza en nosotros mismos.
Combate el aislamiento.
Nos permite la integración activa en distintas áreas, como son la educativa, laboral, social, personal y espiritual.
Nos da sentido de libertad.