Desde que iniciamos esta gran aventura llamada HIT – Hagamos de la Inclusión un Todo, hemos publicado artículos de muchas temáticas, pero de una manera muy especial hemos escrito artículos relacionados con la vista, las enfermedades más comunes y los avances que en el mundo de la ciencia se vienen desarrollando para lograr mejoras a enfermedades oculares que anteriormente eran prácticamente imposible de curar.
En todos estos artículos hemos insistido en la importancia de adquirir el hábito de acudir con regularidad con un especialista en la vista, que nos permita identificar con toda oportunidad cualquier problema que en un caso extremo pueda traer como consecuencia la ceguera.
Para confirmar lo anterior, les damos a conocer las siguientes recomendaciones que seguramente harán que recapacitemos y nos hagamos el propósito de acudir a revisión ocular cuando menos una vez al año.
Conoce las alertas que te mandan tus ojos para acudir al Oftalmólogo.
Los ojos son nuestro principal sentido con los que contamos en nuestro organismo, y desafortunadamente no les proporcionamos la atención adecuada, ni solemos hacer las visitas al especialista adecuado.
De acuerdo a información generada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel mundial aproximadamente mil trescientos millones de personas viven con alguna forma de discapacidad visual, en su gran mayoría son personas con baja visión ya sea aguda, mediana o mínima , pero que le provoca dificultades para ver de lejos o de cerca.
Las principales causas de la discapacidad visual son errores de refracción no corregidos, cataratas, degeneración macular relacionada con la edad, glaucoma, retinopatía diabética u opacidad de la córnea, según los mismos datos.
La visita al oftalmólogo es crucial porque él es el que puede diagnosticar, tratar y prevenir cualquier enfermedad ocular e intervenir en caso de ser necesaria una operación.
Las alertas que te indican que debes visitar al oftalmólogo.
Reaccionar de manera adecuada e inmediata a las señales o alertas de advertencia que nos envían nuestros ojos, sobre todo a medida que envejecemos, puede ayudarnos a tomar las medidas necesarias y correctas para tener una salud visual.
La gran mayoría de los problemas oculares requieren la atención de un oftalmólogo para minimizar problemas futuros.
La Academia de Oftalmología estadounidense (AAO) enumera las razones para ver a un oftalmólogo:
Visión borrosa o cambio en la visión
Es posible que un optometrista te diagnostique cataratas, degeneración macular relacionada con la edad, retina o enfermedad sistémica. Si las cataratas requieren cirugía, el oftalmólogo es el que te operará. El oftalmólogo está especialmente capacitado para diagnosticar y tratar enfermedades y para realizar cirugía ocular. Detectadas a tiempo, las cataratas pueden resolverse con cirugía de forma rápida y sin dolor
Destellos en la visión.
Podrían indicar un problema grave como un desprendimiento de retina. En ocasiones aparecen lo que se conoce como moscas volantes, normalmente pequeñas partículas de sangre, suciedad o células que se acumulan en el vítreo y provocan sombras. Aunque estas manchas son inocuas, el oftalmólogo debe descartar otros problemas como el desprendimiento de retina. Aprovecho esta recomendación para compartirles mi experiencia personal, aunque siempre tuve una miopía importante dejé de acudir con regularidad con el oftalmólogo, recuerdo que una dos o tres semanas antes de que se me desprendiera la retina del ojo derecho, noté que cuando me encontraba leyendo me di cuenta que en mis ojos se movían con breves intervalos pequeñas, muy pequeñas manchitas negras, que dejaban de moverse si yo no fijaba la vista de una manera total en algo, la verdad debo reconocerlo la falta de información no me permitió darle la importancia que esa alerta tenía, a los pocos días el desprendimiento de retina en ambos ojos, lo que originó una secuencia de interminables operaciones, hasta que perdí totalmente mi vista.
Dolor ocular.
Puede ser señal de que hay un cuerpo extraño atrapado en el ojo o de una infección viral o bacteriana. También puede indicar un ataque repentino de glaucoma de ángulo estrecho que puede dañar el nervio óptico. El oftalmólogo puede ayudarte a determinar la raíz de este dolor y aplicar el tratamiento adecuado.
Tras sufrir una lesión ocular aguda.
Tanto si has recibido un golpe o te ha entrado un líquido peligroso, como es el caso de un líquido limpiador en el ojo, debes consultar con urgencia a un oftalmólogo para que te ayude a aplicar el tratamiento médico adecuado y descartar daños más graves.
Visión doble.
Este síntoma puede ser señal de afecciones cerebrales sistémicas o lesiones nerviosas.
Pérdida repentina de visión.
Incluso si la visión regresa, es importante acudir al oftalmólogo de manera urgente porque puede ser síntoma de una afección ocular potencialmente cegadora. También puede deberse a algunos de los problemas que aparecen con la edad, como el glaucoma, las cataratas o la degeneración macular.
Las revisiones oculares en estos casos son especialmente importantes. Aunque hay hasta 37 millones de personas que padecen ceguera en todo el mundo, se calcula que en el 80% de los casos se puede prevenir o tratar.
Ojo seco.
Tener los ojos secos de vez en cuando no es un problema, pero sí cuando esto es algo recurrente porque podría indicar que sufrimos el síndrome de ojo seco, que aparece por falta de lubricación y humedad en la superficie del ojo y que requiere tratamiento médico.
Tener cuidado con los remedios caseros, pero si estos no lo alivian, un oftalmólogo puede identificar la causa y encontrar un tratamiento que pueda ayudar. En ocasiones puede aparecer por posibles alergias o hábitos como fumar o pasar muchas horas frente a una pantalla.
Personas con diabetes.
Las personas diabéticas de una manera muy especial tienen que someterse a controles oculares periódicos porque los niveles altos de azúcar en sangre pueden dañar los vasos sanguíneos del ojo y provocar pérdida de la visión. Controlar estos niveles y someterse a chequeos médicos regulares puede ayudar a proteger los ojos de la diabetes.
Rehabilitación de la vista.
Un oftalmólogo puede ayudarnos a preservar la vista y aumentar nuestra independencia en la vida diaria si ya sufrimos baja visión. Los hábitos de vida saludable, como no fumar, hacer ejercicio físico y llevar una alimentación equilibrada son también aspectos fundamentales a la hora de cuidar nuestros ojos y prevenir problemas de visión.
Cuándo efectuar las visitas al oftalmólogo.
Una de cada tres personas no revisa su visión de forma periódica, lo que hace aumentar el riesgo de sufrir una enfermedad visual que no se trata por desconocimiento, según datos del Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas(CNOO).
Los expertos recomiendan acudir al oftalmólogo de forma periódica, empezando ya en los primeros años de vida, en concreto a los tres años se les debe de efectuar la primera revisión oftalmológica, aun y cuando no notemos nada raro, ni se quejen de dolor alguno.
A los cinco años aprenden ya a leer y las revisiones anuales ayudan a evaluar tanto la salud ocular como la funcionalidad de la visión.
Entre los 20 y los 40 años es necesario ir al menos una vez al oftalmólogo cada dos años.
A partir de los 40 años y hasta los 64 es recomendable que las visitas al oftalmólogo sean más frecuentes, al menos una vez cada año, porque es cuando suele incrementarse el riesgo de sufrir disfunciones visuales.
A partir de los 65, cuando aumentan los casos de presbicia y los problemas visuales como cataratas, glaucoma o degeneración macular asociada a la edad, es recomendable aumentar las visitas anuales.
Fuente:
https://www.eldiario.es/consumoclaro/oftalmologo-nueve-senales-indican_1_6749978.html
Reflexión final.
Hemos querido insistir en este tema, por la importancia que tiene el mantener una salud visual óptima, nuestra intención no es la de alarmar a nadie, nuestro objetivo es lograr ese convencimiento en cada uno de nosotros para cuidar cómo debe de ser a nuestros ojos y solo lo vamos a lograr acudiendo con regularidad a consulta con un oftalmólogo.
Quienes tuvimos la oportunidad de ver durante determinados años y luego nos quedamos ciegos, valoramos más que nunca el preciado sentido de la vista, nos queda como anillo al dedo aquello de “nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido”
No nos esperemos a sufrir una experiencia personal para tomar las decisiones que ya debemos de tomar, que nos sirva de experiencia lo que pudimos haber hecho quienes ya no podemos ver y en base a eso actuemos en consecuencia.
Artículo escrito por José Antonio Anguiano Cortés, que se publica en el blog HIT – Hagamos de la Inclusión un Todo, bajo la responsabilidad del autor.