Para que las personas con discapacidad seamos incluidas en la vida laboral, se requiere implementar la educación laboral en general, no sólo a las personas con alguna discapacidad, sino también, a los empresarios y a los trabajadores sin discapacidad, esto para que se pueda convivir y se logre una inclusión como un equipo, lo que permitirá de manera más fácil, insertar, no sólo en lo laboral, sino en todos los ámbitos sociales, a las personas con discapacidad.
Es importante señalar que las personas que tenemos alguna discapacidad, no salimos a buscar trabajo, ya que damos por hecho que no seremos contratados por nuestra discapacidad. Por esto debemos cambiar nosotros mismos, y empezar a cambiar la mentalidad de la sociedad y de los lugares que generan empleos.
La inclusión laboral es un derecho que tenemos como personas, sin diferencias. Para que exista igualdad de oportunidades, debemos romper las barreras, principalmente de los empresarios para contratar personal con alguna discapacidad. Las trabas son diversas, piensan que es costoso adecuar instalaciones, o tal vez, no consideren a alguien débil visual o ciego, capaz de realizar diversas actividades. Ahí es donde podemos preparar un proyecto o presentarnos con propuestas e información, que animen a los empresarios a contratarnos. Por ejemplo, podríamos informarles que cualquier adecuación es deducible de impuestos.
El cambio requiere de esfuerzo y voluntad de todos los sectores: gobierno, empresas, organizaciones de la sociedad civil, y obviamente, de las personas con discapacidad. La inclusión en general no es un destino, sino una manera de viajar y hay que recorrerla juntos.