El sentido del tacto es uno de los más importantes en las personas que presentan ceguera. Permite explorar, manipular, tocar, sentir con la yema de los dedos de nuestras manos.
Sin embargo, el tacto en ocasiones nos puede engañar porque podemos pensar que es un objeto que ya habíamos tenido en nuestro tacto. Por ejemplo, cuando se facilita un objeto por primera vez por parte del maestro o de algún familiar, puede ocurrir lo siguiente:
- El alumno al darle una pelota de plástico diseñada con alguna textura rasposa, puede expresar: que es una naranja por su tamaño, peso o forma.
- Cuando se le facilita una cuchara de albañil puede decir: que es un patito, porque en la parte donde se sujeta piensa que es la cabeza del animal y el triángulo le puede dar forma del cuerpo del patito.
- De igual manera, al mostrarle una campana puede afirmar que es un vasito o una maceta para colocar alguna planta.
Si en alguna ocasión se te presenta la oportunidad de interactuar con un alumno ciego en tu clase, y te da este tipo de respuestas, son normales, porque por el momento ha conocido esos objetos o animales con su sentido del tacto, al ser verificados por el maestro o padre de familia, el alumno construirá nuevos esquemas mentales, se formará de nuevo la imagen de lo que va conociendo con su respectivo nombre y significado.
Te recomendamos que en un momento dado le enseñes los objetos o animales llevándolo a la realidad, para que sea más significativo el aprendizaje, es decir: La cuchara de mezcla la podemos encontrar con una persona que sea albañil, la campana al momento de ir a misa, pedirle permiso al sacerdote para tocarla y la pelota cuando algunos niños estén jugando diferentes deportes.
Artículo escrito por el Doctor Ignacio Santiesteban Niebla, Doctor en Educación y Diversidad, Culiacán, Sinaloa, México.
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