Detrás del 8 de marzo “día internacional de la mujer”, existe una verdad que el patriarcado se ha encargado de disfrazar de festejos y regalos. En 1908 trabajadoras de una fábrica textil en Nueva York, convocaron una huelga para manifestarse contra la precariedad laboral por la que pasaban, en respuesta a esto, 109 de ellas fueron encerradas y quemadas vivas, dejando como mensaje de que eso es lo que sucede si decides levantar la voz. Este día quedó marcado históricamente como día para seguir luchando contra la equidad y la libertad de todas las mujeres del mundo.
El 8 de marzo se conmemora el día internacional de la mujer, se alza la voz por las que no pueden, por las que aún no saben que ese comentario inapropiado NO es normal, por la niña que perdió su infancia a manos de otra persona, por la madre que vive en el mismo espacio que su agresor, por aquellas que día tras día dan las gracias de llegar a salvo a su hogar, por cada una de ellas, mujeres se encuentran marchando en las calles en contra de un gobierno que representa y reproduce el patriarcado, al que no le interesan las vidas de las mujeres y niñas, un gobierno conservador aunque se dice de izquierda del que no estamos orgullosas, anhelando que un día el miedo ya no recorra nuestro cuerpo al escuchar que alguien camina tras nosotras.
Vivimos en un México patriarcal donde nos hicieron creer que teníamos libertad. A pesar de que la menstruación sea algo natural, hace apenas 1 año se aprobó la ley de menstruación digna. Hace apenas 74 años estudiar se volvió un derecho para la mujer y aunque hoy en día el porcentaje de mujeres que estudia es más alto que el de los hombres, seguimos teniendo menos oportunidades laborales que ellos, sin mencionar la diferencia colosal entre sueldos. Hace apenas 136 años la primera mujer se atrevió a ejercer una profesión. Hoy sólo el 39.2 % del campo laboral son mujeres. Hace apenas 67 años se les dejó votar a las mujeres en México. Creemos que muchas cosas han cambiado solo porque unas cuantas mujeres , tenemos derecho a estudiar, convertirnos en doctoras, abogadas, etcétera, votar, a participar en la política, “vestirnos como queramos” etcétera, Pero siempre olvidamos a qué costo.
Vivimos en un México en el que si matan a una mujer seguro fue porque era novia de un narco, por la ropa que usaba si era muy corta, muy escotada, si llevaba falda, vestido, shorts, por salir de noche, porque que estábamos haciendo afuera a esas horas y no quedarnos en casa, por el alcohol, porque nosotras nos lo buscamos, no solo nos matan, nos culpan por nuestra propia muerte. Y estamos hartas. Hartas de despertar todos los días con la noticia de más mujeres asesinadas y desaparecidas. Hartas de ser una cifra más. Hartas de tener miedo a que alguien se nos acerque o nos saque plática. Hartas de voltear a todas partes con angustia al salir de casa. Hartas de siempre sentirnos inseguras en todas partes y con personas desconocidas. Hartas de sentirnos acosadas. Hartas de sentir el dolor de la impunidad y no poder conseguir justicia.
México, que sean los cristales del gobierno los que se rompan y no los cuerpos de las mujeres, que seamos nosotras las protegidas por vallas, policías, el gobierno y no los monumentos. Y que el gobierno deje de proteger más al abusador que a la víctima, que se nos deje de cuestionar y se nos crea más.
Marchamos en contra de la violencia que ha afectado la vida de incontables niñas, mujeres y ancestras en múltiples ámbitos. Lo hacemos por y con las mujeres que existen, resisten y nos abrazan día a día dentro de las comunidades que hemos tejido. Porque la impunidad, la estigmatización, la represión y la revictimización sigue vigente, a tal punto que 66 de cada 100 mexicanas han sido víctimas de algún tipo de violencia. Marchamos por la construcción de un mundo donde las futuras generaciones de mujeres puedan vivir en una sociedad más justa. Para que nuestras niñas del mañana puedan vivir libres, plenas, autónomas y seguras.
Marcho porque si algún día me llegara pasar algo quiero que me recuerden como una mujer que luchó hasta su último respiro, que un día fue la voz de muchas y ahora les toca ser mi voz y exigir justicia para no ser otro caso más sin cerrar, otra carpeta llenándose de polvo en el archivo. Marchamos porque todavía nos falta mucho camino por recorrer.
Este 8 de marzo admiro a aquellas que sin esperar nada material a cambio están dando la cara y gritando por cada mujer y niña que hoy tienen lugar en este mundo patriarcal, oh querido México espero que algún día me hagas sentir orgullosa de haber nacido en tus tierras llenas de historias que hacen que mis ojos se empañen de melancolía.
Que quede claro que este no es un día de celebración ni mucho menos de fiesta. Es un llamado a la reflexión, a la toma de espacios y a la visibilización. Es un día donde conmemoramos a las mujeres que pasaron antes de nosotras y labraron el camino hacia nuestra liberación. No tendrán nunca más la comodidad de nuestro silencio. Pese a quien le pese. México y toda América Latina será toda feminista.
Artículo escrito por Daniela Zuleika Alfaro Anguiano, estudiante de primero de preparatoria del Colegio Juana de Asbaje en la ciudad de Zamora, Michoacán.
Felicidades a esta mujer que en sus palabras tramite la realidad pasiva e incomprensible que vive nuestro México en le valor a la mujer y a sus derechos.
Qué orgullo que seas mexicana y que a tu corta edad tus reflexiones denoten inconformidad e impotencia, gracias por compartirnos tu mensaje ,espero tenga eco en las conciencias de quienes pueden cambiar ese rumbo y reconozca el verdadero sentido de la existencia de la “Mujer “ en este inmenso Universo.
Hola Alejandra, que gusto recibir nuevamente un comentario tuyo con mucho gusto le haremos llegar a Daniela tu opinión respecto al artículo, estamos seguros que le va a dar mucho gusto leerlo y saber que tu opinión coincide plenamente con la suya. Saludos cordiales