Dios manda las peores batallas a su mejores guerreros. Testimonio de Vidal López Jacobo

La historia de vida que vamos a presentar, es una vida sorprendente, es la de un joven que a pesar de haber perdido sus piernas, en un accidente automovilístico, es una persona exitosa, con muchos planes y proyectos, un ejemplo para todos nosotros, una lección ejemplar  de la actitud que debemos tener ante la vida. 

Soy Vidal López Jacobo, me gusta que me digan Vidalito.

Lugar y fecha de nacimiento:
Nací el 24 de noviembre de 1997 en los Estados Unidos,  en un pueblito que se llama Naperville, en el estado de Illinois, muy cerca del centro de Chicago.

Muy pronto llegué a Michoacán: 
A principios de 1998, cuando tenía cuatro o cinco meses de nacido, me trajeron mis Papás a un pueblito llamado Zinapécuaro, ubicado como a 40 o 45 minutos de la capital Morelia, rumbo al oriente del estado, adelante del Aeropuerto; en donde siempre he vivido en compañía de mi familia, integrada por mi Papá, mi Mamá, mi hermana y yo.

Grandes recuerdos de mi infancia:
Recuerdo que le batallaba muchísimo en el kinder, siempre me quedaba llorando cuando mi mamá me llevaba, y de hecho hasta la fecha me acuerdo de eso, Es bien chistoso porque estaba pequeño, pero hay cosas que no se te olvidan. Desde muy chico tuve el sueño de ser piloto. A mi papá siempre le encantaron las carreras, él corría sus motos, nunca lo hizo profesionalmente, pero era su pasatiempo. Tenía muchos amigos y seguido se reunían para correr sus motos. A mis escasos 5 años de edad, me regaló mi primer motocicleta  de gasolina, a la que le puso rueditas traseras para que no se ladeara, tipo las que se le ponen a una  bicicleta. 

Mi trayectoria escolar:
La primera etapa de mi vida escolar, es decir kínder, primaria y secundaria, la realicé en Zinapécuaro; la preparatoria la cursé el primer año en el Tecnológico de Monterrey Campus Morelia, y la terminé en una población llamada Queréndaro, muy cerca del lugar donde crecí. Aún y cuando el Tecnológico De Monterrey, es una gran Institución, no me sentí a gusto, sobre todo por el hecho de tener que vivir solo, a mis quince años de edad.

Al terminar la preparatoria, me fui a Morelia, para estudiar en el Tecnológico de esa ciudad, la carrera de Ingeniería en Materiales. 

Aparte de estudiar, yo soñaba con:
Además de mi deseo de ser piloto de motos, dentro de mí, se acrecentaba el  sueño, de que tarde o temprano, me subiría a un coche de carreras y correría toda una temporada, en busca de un campeonato. Aparte de eso, ya empezaba a ver por mí mismo, quería independizarme, no irme a vivir solo, pero ya me preocupaba  mi  futuro; desde la prepa, me acuerdo que me puse a ver, como le tendría que hacer, para juntar un dinero y comprarme  una casita o un carro. Lo que yo necesitaba saber y demostrarme, es que ya tenía la capacidad de solventar mis propios gastos y poco a poco independizarme. 

Y me fui a trabajar a los Estados Unidos:
Me acuerdo que cuando salgo del segundo año de prepa, durante las vacaciones de verano, me fui a Estados Unidos, para trabajar durante los dos meses de dichas vacaciones, en una empresa que se dedicaba a producir pastas italianas, desempeñándome como empacador, ganando un promedio de once dólares la hora. En ese entonces, yo tenía 17 años, ni siquiera debía de estar trabajando ahí. Recuerdo que cuando le dije a mi Papá, le comenté que no tenía dinero para el boleto de ida, que no me diera dinero , que solo me apoyara con el boleto del avión, lo que afortunadamente hizo y me dio además trescientos dólares.  Con lo que ganaba, pagaba mi alimentación, le ponía gasolina al carro en el que me movía, así como lo que requiriera el auto para que no me diera problemas, lo demás lo ahorraba. De lo más valioso de estos dos meses, fue que pude apreciar más el valor de la cosas, y de como tenía que ver la vida.

Mi vida cambió en fracción de segundos:

Yo tenía 18 años, cuando sucede el accidente automovilístico,  recuerdo que era el noveno día de haber entrado al Tecnológico, a mis cursos propedéuticos. Fue el 9 de julio, todo pasó muy rápido, en un abrir y cerrar de ojos me cambió la vida. Jamás pasó por mi mente , ni remotamente lo imaginé, que pudiera tener un accidente tan fuerte, a tal grado que perdería mis piernas. Aún recuerdo, como una pesadilla, que al abrir mis ojos, después de 2 o 3 semanas, me encuentro con la desagradable noticia, de  que no tenía una de mis piernas y que la otra estaba en grave peligro. En ese momento, lejos de ponerme triste o  de ponerme a llorar o de deprimirme, le puse más ganas, porque sabía que tenía que luchar con todo por la pierna que aún tenía. Yo sabía que si me iba para abajo, sería peor. Después de 3 o 4 semanas del accidente y de intentos por salvar mi pierna, sin resultados positivos, me fui con mis Papás a Estados Unidos, en donde después de 9 operaciones, me dijeron que no había ninguna  posibilidad de salvar mi pierna, y que no tenía sentido realizar otro tipo de operación, más que la de amputarme la pierna, por lo que tuve que firmar una carta responsiva para ello. Fue algo muy difícil, pero las ganas de vivir, el darle  gracias a Dios por estar vivo,  y el agradecimiento eterno por  la oportunidad de continuar con mis planes y proyectos, fue lo que me sirvió de motivación para salir adelante. 

Mis logros importantes después de este percance

Los siguientes son los logros, que desde mi punto de vista, resultan ser los más importantes:

1. Salir de donde estaba, recuperarme y seguir adelante con mi vida.
2.  Lograr que no me importara el  físico,  yo creo que uno vale más por lo que tiene interiormente.
3. Haber logrado demostrarme, que con la fuerza de la mente todo se puede.
4. Convencerme de que nuestro cuerpo es capaz de  todo, puedes hacer mil cosas, a veces lo que parece imposible.
5.  Sobreponerme a la opinión de dos Doctores que me atendieron, que me dijeron que nunca volvería a caminar, que lo que quería hacer era prácticamente  imposible.
6.  Entender que los límites no existen, que los límites se los pone uno mismo.
7.  En el 2018, gané el Premio Michoacano de la Juventud, en el área de la inclusión a la discapacidad. Es un reconocimiento que me dio el gobernador, en el Teatro Morelos.
8.  Fue muy padre el hecho de regresar al Tecnológico,  ya que ese día salí con mis propias piernas,  y regresé con mismas piernas, pero de diferente forma y consistencia; pero sigo caminando, y esforzándome al máximo para titularme como ingeniero en materiales.

9. Actualmente soy piloto de pruebas demo, de diferentes marcas de autos nuevos. 
10. Me pude comprar mi propio auto, con mi recursos, el cual manejo sin problemas. 
11. Por una u otra cosa, nunca pude entrar de lleno a correr motos  profesionalmente, ahora con mis prótesis, lo sigo intentando y seguro estoy que lo voy a lograr.
12. Soy Secretario de una fundación en Morelia, que se llama” Solo se necesita un día más”. 
13. Soy Piloto de Karting.
14. Soy Coach Motivacional, imparto conferencias enfocadas a jóvenes. 
15.  Soy Piloto Influencer del Grupo Autocom, de las marcas Nissan y Kia. 
16. Soy Embajador de Hot Wheels. 

Mis planes de vida y carrera son: 
A corto plazo,  Terminar mi carrera y titularme como Ingeniero en Materiales. 

Acorto y mediano plazo, quiero crear prótesis a bajo costo, integrando para tal fin, un gran equipo de trabajo formado por Doctores, Ingenieros Mecánicos y la Fundación, con el fin de ayudar a personas con bajos recursos, que necesiten alguna prótesis. Yo que las uso, entiendo perfectamente lo necesarias que son, para la vida independiente, para la vida normal, para la vida diaria.

A mediano plazo, quiero comprar una casa y poner un negocio propio, No necesariamente que tenga que ver con mi carrera. Yo creo que mientras te guste y le pongas ganas, dará resultado. 

A largo plazo, quiero recompensar a mis Papás, por todo lo que han hecho por mí, por todo lo que han pasado, por todo lo que me han apoyado. 

Los motores que me han impulsado para salir adelante son:

Principalmente y sobre todas las cosas, creo que Dios nunca se equivoca. Siento que todo lo que Dios nos manda es por algo, con algún  propósito y puede ser que en ciertos momentos, no lo podemos aceptar o entender, llegamos incluso a pensar, si Dios nos quiere, Por qué nos hace esto? Dios, como dice el dicho, “manda las peores batallas, a sus mejores guerreros”. Por todo lo anterior, estoy muy agradecido con Dios, por la segunda oportunidad y por dejarme vivir. 

Factor determinante fueron todas las personas, que formaron parte del equipo médico que  me atendió; agradecimiento especial para mi fisioterapeuta, ya que fue pieza clave, para poder volver a caminar, trabajó conmigo casi un año y medio, y fue la diferencia  entre poder caminar y caminar bien.

Mi familia, que en todo momento han estado conmigo, apoyándome, impulsándome, motivándome, quienes incluso se fueron a vivir conmigo a Estados Unidos.

Mi ex novia, que también se fue a vivir un año a Estados Unidos, dejando  su escuela y todo para apoyarme. 

Mis tíos, mis abuelos, mis primos, quienes siempre estuvieron al pendiente de mi recuperación, de mi rehabilitación y de todo mi proceso.

Otro aspecto muy importante para mí, fue que en África existían cadenas de oración por mi salud, más me sorprendió porque no conozco a nadie allá, hasta mandaron videos de gente orando. 

En el hospital donde estuve internado, fue muchísima gente a apoyarme, a mis Papás en varias ocasiones les llamaron la atención, porque tanto las salas de espera, como los pasillos estaban llenos., ahí me mostraban su apoyo, llevándome muchos cartelones. 

Fue muchísimo el apoyo que recibí de personas que no conocía. 

Por todo lo anterior, no podía tener la opción de estar deprimido, sabiendo que había tanta gente detrás de mí, por lo  que yo quería demostrarles el agradecimiento y decirles que por todo el apoyo que me dieron, por todas las atenciones, por todo el cariño, lo pude lograr.

Mensaje para las personas con discapacidad visual

Yo pienso que siempre hay un motivo por el cual seguir adelante, pienso además, que el cuerpo humano  es grandioso. Yo me pongo a pensar y no termino de explicarme, cómo el cuerpo puede adaptarse a las limitaciones que enfrenta. En el caso mío, que perdí mis piernas, cómo puede adaptarse a que pueda caminar con unas piernas que no le corresponden, con unas piernas que no sienten, que no reciben los impulsos nerviosos, pienso que es algo maravilloso del cuerpo. En el caso de las personas con discapacidad visual, es aún mucho más difícil de entender, por lo que las  respeto y admiro, estoy convencido que adaptarse a no ver, es mucho más complicado. Seguro estoy que no hay nada que el cuerpo no pueda lograr. Mientras tengamos bien definidas nuestras metas y objetivos y contemos con personas dispuestas a apoyarnos, las cosas nos deben de resultar más fáciles. Y principalmente mientras uno tenga vida, sea lo que sea, siempre va a ser una bendición. Hay muchísima gente que hubiera querido una segunda oportunidad de vida y desgraciadamente no la pudo tener. Entonces creo que debemos sentirnos agradecidos y afortunados de estar vivos, de tener salud, de tener un hogar y de estar con la gente que queremos. Finalmente, algo que de manera adicional debemos de tener, es una mentalidad y actitud  positiva, que nos permita saber que todo es posible.