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El profesor, al enterarse que en su grupo se integrará a un alumno ciego, la incógnita que se plantea es: ¿Cómo me voy a presentar con mi alumno si él no me puede ver?
La pregunta es fácil de contestar:
El profesor debe de investigar como primer punto, si el educando es ciego congénito, es decir, si nació con el problema o si adquirió la ceguera durante una etapa de su vida.
En caso que el educando sea ciego de nacimiento, se le debe decir cómo es la persona, empleando descripciones detalladas, como el color de la piel, estatura, tipo de cabello que usa, entre otros aspectos.
En ocasiones, el estudiante con ceguera le pedirá a su maestra o maestro si le permite tocar su cara, para saber cómo es de manera física; existen maestros que permiten ser tocados por los educandos que presentan discapacidad visual.
Mientras que los alumnos que perdieron su vista en un periodo particular de su vida, es diferente el proceso para entender lo que se les está expresando, a ellos sólo les tienes que decir con la voz cómo eres físicamente, pues ellos ya cuentan con imágenes mentales de los objetos y de las personas al ser descritos, rápidamente saben cómo son, sin necesidad de tocarlas.
Uno de los errores en que incurren los compañeros con visión normal, es que les preguntan ¿Quién soy?, sin pensar que apenas los acaba de conocer y aún no se ha grabado su timbre de voz, aclarando, que al principio todas las voces son iguales; pero conforme los va tratando, ellos van ubicando características en su voz, sin necesidad de mencionar el nombre de la persona.
Otra situación recurrente en las personas con ceguera, es cuando alguien que sí puede ver, llega de manera inesperada y sorprende a quien no ve, éste último asocia la acción a un saludo, pero se angustia de no tener certeza si realmente esa es la intención; con la finalidad de evitar esa incertidumbre, se recomienda que lo toque en su hombro o lo llame por su nombre para facilitar la identificación o simplemente un saludo.
Si la persona le expresa características que no coinciden con su personalidad, el alumno con ceguera memorizará la descripción que se le facilitó y el estudiante pensará que así es esa persona, porque confió en su palabra.
Artículo escrito por el Dr. Ignacio Santiesteban Niebla, Doctor en Educación y Diversidad, Culiacán, Sinaloa, México.
Que interesante blog, todos los profesores deberían tener acceso a esta información para generar un entorno amigable para todos
Estimada Lilia, nos agrada mucho tu comentario y tu forma de pensar, ojalá y todas las personas tuvieran pensamientos similares que permitieran hacer nuestro día a día más accesible y de mejor convivencia. Saludos cordiales