En el mundo existen más de mil doscientos millones de personas con discapacidad, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El 15% de la población total del planeta vivimos con una discapacidad, por lo que es importante hacernos visibles para que no se olvide la voz que alentaba los programas en materia de políticas públicas, tanto de educación, como en el ámbito laboral, cultural y de una verdadera inclusión social antes del Covid-19; ya que a más de un año de que estamos en confinamiento, las brechas de desigualdad e inequidad se han hecho más inmensas en todas las áreas, pareciera que cada vez más nos convertimos en invisibles, por lo que es de suma importancia que recordemos como era nuestra vida antes y como se está transformando, para mejorar o empeorar según nuestra experiencia.
Antes de la pandemia provocada por el Covid-19, el tema de la discapacidad en nuestro país venía cobrando fuerza, a través de la educación, la política, el arte, el deporte y el uso de la tecnología, para que existiera las mismas condiciones en estas áreas para las personas con discapacidad, con la finalidad de impulsar una verdadera inclusión social, educativa y laboral.
Si bien es cierto que ya existían desacuerdos en materia educativa, laboral y de inclusión social en materia de discapacidad en nuestro país, y se reclamaba una mejora en todas estas áreas para que se asentara unas bases de mayor calidad, equidad e inclusión, que permitiera disminuir la discriminación y el rechazo en el ámbito educativo y social, también es cierto que sobre la palestra de los ámbitos educativos, laborales, políticos, artísticos y deportivos se mostraban muchas áreas de oportunidad.
Pero, ¿cómo era la realidad de las personas con discapacidad antes del Covid-19?
Antes de la contingencia sanitaria, la mayoría de las personas con discapacidad ya vivían en condiciones paupérrimas, convivían en familias donde el ingreso era precario y la convivencia era muy complicada; en muchos casos, madres que vivían solas con sus hijos e hijas, en otros casos, los abuelos se hacían cargo en viviendas muy pequeñas; y en materia de empleo, las posibilidades no eran tan alentadoras, pero iban en ligero ascenso debido a que se estaban haciendo esfuerzos en todos los sectores sociales, lo que estaba provocando que se abrieran oportunidades.
Sin embargo, la pandemia del coronavirus mostró lo frágil y endeble que estaban las instituciones en materia de discapacidad, y puso al descubierto las desigualdades existentes en nuestro país.
Ahora estamos en un confinamiento que está lleno de incertidumbre, por un lado el sistema educativo se tuvo que interrumpir en la modalidad presencial, lo que impactó de una manera negativa en los alumnos con discapacidad, ya que ellos tienen unas condiciones limitadas para que la continuidad del aprendizaje en el hogar sea posible, por lo que crece la preocupación ante la posibilidad de que esos estudiantes no vuelvan nunca a la escuela, si no reciben un apoyo adecuado, ya que la falta de infraestructura tecnológica y los niveles bajos de alfabetización digital de los estudiantes, de los padres y de los docentes, son apenas unos cuantos aspectos que se pueden mencionar, del por qué impacta de manera mucho más negativa en las condiciones de las personas con discapacidad.
En síntesis, el confinamiento y el desempleo generalizado se agudiza a un más en este sector, por lo que urge que las autoridades y sociedad en general hagan una reflexión para plantear posibles soluciones en todos los aspectos que se ha mencionado; ya que si no se enfrenta esta realidad de una manera adecuada, las consecuencias pueden ser catastróficas, pues se tendrá un grupo social dependiente de programas asistencialistas y muy alejado del sector productivo, lo que provocaría un retraso de más de 3 décadas.
Finalmente, lo que espero lograr desde esta trinchera, es subrayar que a lo largo de la historia de la humanidad, las personas con discapacidad hemos existido y continuaremos existiendo a pesar de la contingencia sanitaria; por lo que les pido estimados amigos de la sociedad política, empresarios y familiares, que esta emergencia sanitaria, no sea un pretexto perfecto para dejar al margen a las personas con discapacidad en el desarrollo de la vida productiva.
Te invitamos a que conozcas el artículo La pandemia por el coronavirus un gran error pensar que su final está cerca.
Artículo escrito por el Doctor Ángel Álvarez Sánchez, Doctor en Administración Pública por el Instituto de Administración Pública del Estado de Puebla (IAP). Ciego desde los 8 años. Creador y fundador de Los Invisibles, cuyo correo es: losinvisibles.2021@gmail.com