Ser capaz de hacer que las personas ciegas vuelvan a ver suena a milagro o incluso a ciencia ficción, y siempre ha sido uno de los mayores desafíos para los científicos.
El 12 de marzo, es el Día Mundial del Glaucoma, enfermedad que como lo comentamos en nuestro artículo que con tal motivo publicamos en nuestro blog, afecta a más de 80 millones de personas en todo el mundo y es la primera causa de ceguera irreversible.
Comentamos también que al día de hoy, para quienes perdimos la vista por el glaucoma, no existe ni la más mínima posibilidad de recuperarla, por la degeneración progresiva del nervio óptico; sin embargo, también externamos nuestro deseo de que algo pueda suceder en el dinámico mundo de la investigación médica , que nos devuelva la opción de ver.
Por lo anterior, nos complace compartirles dos noticias publicadas recientemente, en donde se dan a conocer grandes avances científicos, que si bien es cierto están en plan experimental, son opciones que pueden aterrizar en el mediano plazo y hacer realidad nuestro sueño de ver nuevamente.
El primero de ellos, fue publicado en el sitio de la revista Muy Interesante y es el siguiente:
Sistema biónico Gennaris
El sistema biónico Gennaris, se ha diseñado para personas que han perdido la visión funcional a causa de lesiones traumáticas, el glaucoma o problemas de retina. Es el fruto de una colaboración entre dos instituciones australianas –la Universidad Monash y el Alfred Hospital de Melbourne–, y se basa en implantes en el cerebro que lo estimulan con pequeños impulsos eléctricos, que el cerebro B para crear formas y contornos o reconocer objetos, una ayuda que mejora notablemente la vida cotidiana del usuario.
El pasado verano, este sistema de visión artificial pasó con éxito por una primera fase de pruebas, pero todavía no hay fecha para su lanzamiento.
El sistema de visión biónica Gennaris, crea patrones visuales a partir de combinaciones de hasta 172 puntos de luz (fosfenos), que proporcionan información para que el individuo se mueva por interiores y exteriores, y reconozca la presencia de personas y objetos a su alrededor. Todo gracias a once implantes de 9 x 9 mm en la corteza visual primaria que estimulan las neuronas necesarias. Cada implante dispone de su propio circuito, un receptor inalámbrico y cuarenta y tres microelectrodos tan finos como un cabello humano.
El otro desarrollo científico, se publicó en el sitio web de la ABC y en otra importante publicación científica, de las que al final les daremos el link, y es el siguiente:
Ultramoderno Implante de Retina.
Este implante de retina puede dar visión artificial a las personas ciegas.
Un equipo de ingenieros de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), en Suiza, han desarrollado una tecnología que podría restaurar parcialmente la visión en personas ciegas, según publican en la revista “Communications Materials”.
Diego Ghezzi, quien ocupa la Cátedra Medtronic en Neuroingeniería (LNE) en la Escuela de Ingeniería de EPFL, lleva desde 2015 junto a su equipo desarrollando un implante de retina, que funciona con lentes inteligentes equipados con cámara y un microordenador. “Nuestro sistema está diseñado para brindar a las personas ciegas una forma de visión artificial, mediante el uso de electrodos para estimular las células de la retina”, explica.
La cámara incorporada en las gafas inteligentes, captura imágenes en el campo de visión del usuario y envía los datos a una microcomputadora, colocada en una de las piezas terminales de las gafas. El microordenador convierte los datos en señales luminosas que se transmiten a los electrodos del implante de retina. Luego, los electrodos estimulan la retina de tal manera que el usuario ve una versión simplificada en blanco y negro de la imagen. Esta versión simplificada está formada por puntos de luz que aparecen cuando se estimulan las células de la retina.
Sin embargo, los usuarios deben aprender a interpretar los muchos puntos de luz para distinguir formas y objetos. “Es como cuando miras las estrellas en el cielo nocturno, puedes aprender a reconocer constelaciones específicas. Los pacientes ciegos verían algo similar con nuestro sistema”, explica Ghezzi.
El único inconveniente es que el sistema aún no se ha probado en humanos. El equipo de investigación primero debe estar seguro de sus resultados. “Todavía no estamos autorizados para implantar nuestro dispositivo en pacientes humanos, ya que obtener la aprobación médica lleva mucho tiempo. Pero se nos ocurrió un proceso para probarlo virtualmente, una especie de solución alternativa”, señala Ghezzi.
Más específicamente, los ingenieros desarrollaron un programa de realidad virtual que puede simular lo que los pacientes verían con los implantes. Se utilizan dos parámetros para medir la visión: campo de visión y resolución. Por tanto, los ingenieros utilizaron estos mismos dos parámetros para evaluar su sistema. Los implantes de retina que desarrollaron contienen 10 mil 500 electrodos, cada uno de los cuales sirve para generar un punto de luz.
“No estábamos seguros de si serían demasiados electrodos o no suficientes. Teníamos que encontrar el número correcto para que la imagen reproducida no fuera demasiado difícil de distinguir”, reconoce.
Los ingenieros también tenían que asegurarse de que cada electrodo pudiera producir de forma fiable un punto de luz. Ghezzi explica: “Queríamos asegurarnos de que dos electrodos no estimularan la misma parte de la retina. Así que llevamos a cabo pruebas electrofisiológicas, que implicaban registrar la actividad de las células ganglionares de la retina. Y los resultados confirmaron que cada electrodo sí activa una diferente parte de la retina”.
El siguiente paso, era comprobar si 10 mil 500 puntos luminosos proporcionaban una resolución lo suficientemente buena, y ahí es donde entró en juego el programa de realidad virtual. “Nuestras simulaciones demostraron que el número de puntos elegido, y por tanto de electrodos, funciona bien. Utilizar más no aportaría ninguna ventaja real a los pacientes en términos de definición”, señala.
Los ingenieros también realizaron pruebas a resolución constante pero con diferentes ángulos de campo de visión. “Comenzamos en cinco grados y abrimos el campo hasta 45 grados. Descubrimos que el punto de saturación es de 35 grados; el objeto permanece estable más allá de ese punto”, dice Ghezzi.
Todos estos experimentos, demostraron que la capacidad del sistema no necesita mejorarse más y que está listo para ensayos clínicos. Pero el equipo tendrá que esperar un poco más, antes de que su tecnología pueda implantarse en pacientes reales.
Enlace a la fuente de esta noticia en el sitio de la ABC
Comentario final
Las dos noticias que les hemos presentado, de manera especial la segunda, si parecen de ciencia ficción, pero no cabe duda de que la ciencia en general avanza a pasos agigantados con descubrimientos y resultados, que ni en el sueño más creativo podíamos imaginar.
Finalmente, te queremos pedir que en el espacio de comentarios que aparece en el blog al final del artículo, compartas con nosotros la impresión que te ha causado estas dos noticias, o si en un momento dado, estarías dispuesto para ser una especie de “conejillo de indias”, considerando que esto te representaría la posibilidad de una visión, artificial es cierto, pero al final de cuentas visión.
Artículo escrito por José Antonio Anguiano Cortés, que se publica en el blog HIT – Hagamos de la Inclusión un Todo, bajo la responsabilidad del autor.
Estamos en una era donde los avances son vertiginosos y le medicina no se quedará atrás. De hecho tal vez sea el campo en el que más nos sorprenderemos muy pronto y seguro se abrirá la esperanza para sanar y/o recuperar alguna parte de nuestra salud o de nuestros sentidos o de nuestra movilidad.
EStimada Claudia, que gusto recibir tu comentario, estamos totalmente de acuerdo contigo en que los avances científicos nos traerán beneficios en todos los aspectos, gracias por tu comentario. Saludos cordiales