La era del calentamiento global quedó atrás, hemos entrado a la era de la ebullición global.

“El aire es irrespirable, el calor es insoportable y los niveles de beneficios que generan los combustibles fósiles y la inacción climática son inaceptables”.- António Guterres, Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas. 

A todos nosotros nos ha tocado alguna vez escuchar hablar del calentamiento global, de las amenazas que este trae consigo para la población mundial y nos hemos preguntado ¿y yo que puedo hacer al respecto?, seguramente nuestra propia respuesta es “nada, que lo hagan los líderes de las naciones industrializadas, ¿yo que puedo hacer?”.

Hemos escuchado además de las reuniones constantes para tomar supuestas decisiones para minimizar esta grave problemática, se reúnen los presidentes y primeros ministros de las naciones más poderosas, de repente invitan algún presidente de un país en vías de desarrollo, van personalidades del medio artístico que cuando su carrera ya no brilla como antes se vuelven ambientalistas, se suman también activistas que luchan por sobresalir; el resultado una gran reunión, mucha difusión, enormes entrevistas y reportajes, muchas sonrisas y abrazos y cero resultados.

En varios países del mundo, como sucede desafortunadamente en el nuestro, traemos un rezago mental de nuestras autoridades federales en lo que se refiere a la generación de energía, se niegan a entender y aceptar que el petróleo ya no es como hace cincuenta años, se resisten a la tecnología híbrida y de cero combustible fósil.

Han llegado a tal terquedad y necedad la actual administración, que recientemente invirtieron miles de millones de pesos y lo siguen haciendo en una refinería, ya inaugurada por cierto, pero que no ha generado un solo barril, bueno ni una botellita de combustible.

Lo anterior, de manera especial lo manifestado en los dos párrafos que anteceden, es una opinión muy personal con la que pueden no estar de acuerdo, por lo que desde este momento les pido los puedan manifestar en el espacio de comentarios que se localiza al final del artículo, siempre será muy interesante y enriquecedor conocer otras opiniones, de manera especial aquellas que provienen de lectores que piensan de manera diferente.

Veamos ahora la publicación que a finales del mes de julio la Organización de las Naciones Unidas (ONU) publica en su portal, que resulta por demás preocupante.

ONU advierte que entramos en era de la “ebullición global”

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, advirtió que se terminó la era del calentamiento global, pues comenzó la de la “ebullición global”.  

Las declaraciones se conocen justo el día en que la Organización Meteorológica Mundial (OMM) informó que el pasado mes de julio fue el mes más caluroso jamás registrado por la humanidad.

“La era del calentamiento global ha terminado, ahora es el momento de la era de la ebullición global”, dijo Guterres. “El cambio climático está aquí. Es aterrador. Y esto es sólo el principio”, enfatizó, “julio de 2023 batió todos los récords”, lamentó Guterres.

Con esas palabras se hacía eco del informe presentado por la OMM, en conjunto con el observatorio europeo Copernicus, que sostiene que existen ya los datos suficientes para asegurar que julio de 2023 fue “muy seguramente el mes más cálido jamás registrado”. Con esto se supera al récord establecido en julio de 2019. Este calor “no tiene precedentes” en miles de años, indicaron ambas instituciones.

“Basta de esperar”

“En grandes partes de Norteamérica, Asia, África y Europa, este verano es cruel. Para todo el planeta, es un desastre”, dijo Guterres, que recordó que “para los científicos, es inequívoco: los humanos son los responsables”, y la única sorpresa sería la velocidad con que se ha producido el cambio. “Las consecuencias son claras y trágicas: niños arrastrados por las lluvias monzónicas, familias que huyen de las llamas, trabajadores que se desmayan bajo el calor abrasador”, remarcó.  

La OMM explicó que la temperatura promedio de julio fue de 16.95 grados Celsius, bastante por encima de los 16.63 grados registrados en el mismo mes de 2019. Además, el 6 de julio fue el día más caluroso nunca antes registrado, con una temperatura media de 17.08 grados. El récord anterior, medido el 13 de agosto de 2016, era de 16.8 grados. Lo más dramático es que todos los días entre el 3 y el 23 de julio tuvieron temperaturas promedio superiores a los 16.8 grados.

“Las emisiones antropogénicas (generadas por el hombre) son la causa última de estos aumentos de temperaturas”, destacó Carlo Buontempo, director del Servicio de Cambio Climático Copernicus, y quien anticipó nuevas cifras récord para los próximos meses de 2023.

Ante esta catastrófica situación, el secretario general de la ONU repitió sus incesantes llamados a una acción radical y urgente, arremetiendo una vez más contra el sector de los combustibles fósiles: “El aire es irrespirable, el calor es insoportable. Y los niveles de beneficios que generan los combustibles fósiles y la inacción climática son inaceptables”. “Los líderes deben liderar. Basta de vacilaciones. Basta de excusas. Basta de esperar a que otros se muevan primero”, sentenció.

¿Y yo que puedo hacer?

Empecé el artículo con la pregunta que nos hacemos y que nos contestamos nosotros mismos diciéndonos que no podemos hacer nada, lo que resulta cómodo e inaceptable, ya que cada uno de nosotros podemos tomar decisiones y emprender acciones para proteger la naturaleza, hacer frente al cambio climático y cuidar nuestro planeta.

Hay muchas posibilidades de hacer algo y todas suman, aunque parezcan pequeñas y que por si solas no influyen, si todos nos hacemos el propósito de cambiar algo, seguro estoy que lo podemos lograr. Veamos algunas:

• Ahorra energía eléctrica en casa.- Gran parte de nuestro gasto de electricidad se consume en pocos aparatos, por lo que es importante identificar aquello que en el día utilizas con más frecuencia;  reduce el uso de la calefacción y el aire acondicionado, cambia a focos LED y electrodomésticos de bajo consumo, lava la ropa con agua fría o tendiendo la ropa mojada en lugar de utilizar la secadora, entre muchas otras.
• Desplázate a pie, en bicicleta o en transporte público.- Las carreteras, avenidas y calles en el mundo están saturadas de vehículos, la mayoría usan gasolina. Caminar o ir en bicicleta, en lugar de conducir, reduce las emisiones de gases de efecto invernadero y supone un beneficio para la salud y la forma física. Para distancias más largas considera viajar en transporte público en sus diversas modalidades. Y comparte el automóvil siempre que sea posible.
• Cambia a un vehículo eléctrico.-Aunque en nuestro país es aún difícil pensar en esta alternativa por el rezago que tenemos y que ha he mencionado, ojalá llegue el momento en que podamos pensar en la opción de comprar un auto eléctrico o uno de combustión. Se ve muy lejos, si se ve muy lejos, ya que implica que haya modelos a mejor precio, actualmente son caros y muy pocas alternativas las que están disponibles en México. Otro aspecto muy relevante es la infraestructura que se requiere en espacios públicos y  privados, como es conectores para la carga del vehículo.
• Consume menos, reutiliza, repara y recicla.- Los aparatos electrónicos, la ropa y otros artículos que compramos generan emisiones de carbono en cada eslabón de la cadena de producción, desde la extracción de las materias primas hasta la fabricación y el transporte de los productos al mercado. Para proteger nuestro clima, compra menos cosas, compra de segunda mano, repara lo que puedas y recicla.
• Come más frutas y verduras.- Comer más verduras, frutas, cereales integrales, legumbres, frutos secos y semillas, y menos carne y productos lácteos, puede reducir considerablemente tu impacto medioambiental. La producción de alimentos de origen vegetal suele generar menos emisiones de gases de efecto invernadero y requiere menos energía, tierra y agua; sin dejar de lado los grandes beneficios que trae a la salud este cambio de régimen alimenticio.
• No tires comida.- Cuando tiras comida, también desperdicias los recursos y la energía que se utilizaron para cultivarla, producirla, envasarla y transportarla. Y cuando los alimentos se pudren en un basurero, producen metano, un potente gas de efecto invernadero. Te sugiero que consumas lo que compras y convierte en abono los restos.
• Procura tener un jardín con plantas .- Si tienes un jardín o incluso una o dos plantas exteriores, procura elegir especies que sean originarias del lugar en el que vivas. Puedes usar una aplicación de identificación de plantas para orientarte. Recuerda evitar los insecticidas y otros productos químicos.
• Mantén limpio tu entorno.- Los seres humanos, los animales y las plantas sufren las consecuencias de la contaminación del suelo y el agua por la basura desechada de forma inadecuada. Utiliza lo que necesites y, cuando tengas que tirar algo, hazlo correctamente. Educa a los demás para que hagan lo mismo y participa en las limpiezas locales de parques, ríos, playas y otros lugares. Aproximadamente un tercio de la basura que se tira inadecuadamente, causa daños al medio ambiente, desde la obstrucción de las reservas de agua hasta el envenenamiento del suelo.
• Haz que tu dinero tenga más valor.- Todo aquello en lo que gastamos dinero afecta al planeta. Tú puedes elegir los bienes y servicios que adquieres. Para reducir tu impacto ambiental elige productos de empresas que estén comprometidas con el uso responsable de los recursos y con la reducción de sus emisiones de gases y residuos.
• Comunica abiertamente tu sentir.- Habla y haz que otros se unan a la acción. Es una de las formas más rápidas y eficaces de marcar la diferencia. Habla con tus vecinos, compañeros de trabajo, amigos y familiares. Haz saber a los dueños de negocios que apoyas los cambios en bien de la no contaminación, desde productos y envases sin plásticos hasta vehículos sin emisiones.

Como podrás apreciar en las acciones detalladas y que hay muchas más, si estamos en posibilidades de aportar, de contribuir desde el lugar en el que vivamos a esta gran tarea, ¡Tú decides si lo intentas!

Comentario final.

La acción por el clima y el medio ambiente en general  es una tarea de todos y que nos concierne a todos. Nadie puede hacerlo solo, pero podemos hacerlo todos juntos.

Excusas para no hacerlo hay muchas, pero insisto si cada uno de nosotros se propone una pequeña acción, los resultados favorables lo veremos en poco tiempo, no esperes a que cambie tu amigo, no esperes a que las autoridades lo decidan por ti, al final de cuentas nuestra motivación principal debe ser un mundo mejor para las generaciones que inician o van a iniciar este corto camino llamado vida.

Artículo escrito por  José Antonio Anguiano Cortés, que se publica en el blog HIT – Hagamos de la Inclusión un Todo bajo la responsabilidad del autor.