En educación preescolar se inicia el mundo mágico de los colores, donde los alumnos deben de iluminar dibujos para trabajar la psicomotricidad fina al momento de ir deslizando la crayola por el papel donde se está coloreando la imagen sin salirse de la línea.
En un primer momento, los alumnos con discapacidad visual deben de reconocer la imagen con la técnica del relieve, situando un borde en la orilla de la figura para reconocerla con el sentido del tacto.
Cuando la educadora le proporciona la imagen del pescadito al alumno, deberá colorearla en su parte interna donde el alumno deberá identificar el ojo y la aleta del animalito para construir un todo.
Si deseamos que nuestro alumno cumpla con el aprendizaje esperado de realizar un pececito de colores, le podemos dar el pececito ya recortado y mostrárselo ya moldeado, donde él puede saber con exactitud dónde está la cabeza, el cuerpo y de igual manera la cola.
Se le entrega al alumno con discapacidad visual un puñito de confeti, este material consiste en muchas bolitas pequeñas de papel y se le indica que son de muchos colores tales como verde, rojas, amarillas, azules, rosas, etcétera.
Al alumno se le pide que en la parte interna del pececito se coloque poco resistol, para pegar el confeti que será la asimilación de las escamas del animalito; de esta manera el alumno podrá percibir la textura y sabrá que ya está de colores si hablamos de manera visual.
Si nos damos cuenta, los alumnos con ceguera pueden realizar las mismas actividades pero con diferentes técnicas que le proporcione el maestro de educación especial o de aula regular, solamente se necesita de la creatividad y buena disposición por parte del docente que atiende a esta población.
Artículo del Doctor Ignacio Santiesteban Niebla, Doctor en Educación y Diversidad, Culiacán, Sinaloa, México. Abril 2023.