La hora de la comida, momento crítico para una persona con ceguera adquirida

“Para el trato adecuado con cualquier persona, tenga discapacidad o no, la palabra clave es empatía”

El momento de la comida es un momento que todas las personas esperamos de una manera especial, no solo por lo que vayamos a comer sino porque es un momento de convivencia que de manera natural se da; lo que menos importa es en qué lugar están las cosas, cómo voy a utilizar mis utensilios, cómo le voy a hacer para partir la carne, entre otros aspectos, ya que todos los que participamos de esa comida somos personas sin discapacidad.

Este momento tan especial es visual por excelencia, ya que observamos como se ve el platillo que nos sirvieron, el acomodo de todo lo que vamos a utilizar, la cara de cada uno de los comensales, la cara que pone alguien cuando se quemó la lengua con una sopa muy caliente o por que se enchiló al ponerle demasiada salsa sin preguntar si estaba o no picante, entre otras situaciones..

Como ya lo hemos comentado el ser humano es muy visual, por lo que puede disfrutar al máximo este momento y muchos otros que durante el día se nos presenta y que de la manera más natural hacemos y se vuelven por demás habituales.

Pero si después de determinado tiempo y por la causa que sea perdemos la capacidad de ver, es decir adquirimos la ceguera, las cosas que veníamos haciendo de manera tan natural y a veces sin darnos cuenta, cobran una gran relevancia y nos resulta muy complicadas, cuando menos en el proceso del duelo y en lo que tomamos una adecuada rehabilitación que nos permita aprender nuevas formas de hacer las cosas.

Uno de esos momento críticos es la hora de la comida, por lo que en este artículo te compartimos algunos consejos que seguramente te servirán para disfrutar nuevamente ese momento tan especial, la hora de la comida.

Para empezar, queremos referirnos a las personas que acompañan a la persona ciega al momento de la comida, ya sean familiares, amigos, conocidos o cualquier persona que se ubique cerca de él y quiera ayudarlo.

  1. Borra de tu mente aquello de que “si él no me lo pide, no tengo por qué ayudarlo”, aún y cuando lo ves en dificultades para realizar determinada cosa, recuerda la palabra EMPATÍA.
  2. Para ayudarlo de la mejor manera, utiliza la técnica del reloj, que consiste en lo siguiente: siempre utilizando como referencia el plato del ciego, ubica los siguientes puntos, las 6 en la parte inferior del plato, es decir la que queda más cercana a él; las 12 es la parte superior del plato, es decir la parte más alejada de él; del lado derecho del plato, justo entre las 6 y las 12 que ya ubicamos, serán las 3; y finalmente del lado izquierdo, entre las 6 y las 12, serán las 9. Si te fijas es como la carátula de un reloj y así te será más fácil orientar al ciego respecto del acomodo de las cosas o de los alimentos en el plato.
  3. Cuando la persona ciega te pida algo como por ejemplo el salero, una rebanada de pan, una tortilla, no nada más se la dejes cerca de su plato sin decirle nada, por el contrario dile: Te dejo la tortilla que me pediste, la puse junto a tu plato a las 3”, con eso nos ubicamos perfectamente y sabemos que aquello que pedimos ya lo tenemos a nuestro alcance.
  4. Al pasarnos un vaso con agua, un refresco o una chela, siempre ponlo por fuera del plato a las 12, de esta manera evitarás que al ponerlo en otro lugar y no decirnos, lo podamos tirar y provocar un desastre, además de que nunca se debe tirar una chela.
  5. Al momento de acercarnos nuestro platillo, es de mucha utilidad se nos diga qué tipo de comida se trata, indicándonos por ejemplo: “el arroz está entre las doce y las tres, los frijoles están entre las doce y las nueve y tu carne, ya partida, está entre las nueve y las tres, en la parte inferior de tu plato, el chile jalapeño que pediste está en la orilla de tu plato a las doce”, con esa información, uno ya tiene grabada en la mente el acomodo de lo que vamos a comer. 
  6. Si el lugar en el que se realiza la comida es en un restaurante, es decir no es el lugar en el que habitualmente comemos, es muy importante que nos ayudes para que nos podamos sentar con facilidad, para lo cual es más que suficiente con que pongas nuestra mano en el respaldo en la silla que nos corresponde y le indiques que la mesa está al frente; evita totalmente intentar sentarnos tú, ni tampoco nos empujes o nos jales, con lo que te mencionamos al principio de este párrafo es suficiente.

Hasta aquí dejamos los consejos para los acompañantes de una persona ciega en una comida, seguramente habrá algunos otras cosas que puedes hacer para apoyarnos, pero anotamos los que consideramos los más importantes, para terminar esta parte, si te nace apoyarnos, hazlo sin condiciones y con la mayor naturalidad.

Ahora entremos a algunos consejos útiles para una persona ciega, que en la medida que las dominemos, la hora de la comida volverá a ser un gran momento que disfrutaremos nuevamente.

  • Siempre que estemos en la mesa debemos ubicar un punto de referencia y ese debe de ser nuestro plato.
  • Es muy recomendable mantener en todo momento contacto con la mesa, para no perder nuestra ubicación en la misma, es suficiente con que rocemos la superficie plana con los dedos.
  • Al momento de llevarnos la comida a la boca, debemos inclinarnos lo suficiente hacia adelante para que nuestra cara quede justamente encima del plato, evitando de esta forma que lo que traigamos en el tenedor o la cuchara pueda caer fuera de él.
  • Aunque es muy factible que por el olfato podamos identificar la comida que nos sirvieron, lo mejor es  que preguntemos exactamente qué es y la forma en que están ubicadas en nuestro plato, siguiendo para ello la técnica del reloj, de la que ya hablamos líneas arriba.
  • Los cubiertos, es decir la cuchara, el tenedor y el cuchilla siempre deben de estar por un lado de nuestro plato, y cuando los estemos utilizando y por determinada causa los soltemos, cuidar dejarlos siempre en una misma ubicación, lo que evitará que los andemos buscando y que incluso queden adentro de nuestro plato y se ensucien con la comida.
  • * Cada vez iremos adquiriendo más práctica para identificar la cantidad de comida que estamos agarrando, con el peso de la misma en el tenedor o la cuchara.
  • Cuándo estemos comiendo algo sólido, por decir carne, verduras, etcétera, es bien valido ubicar el trozo que queramos pinchar con el tenedor, con la yema de nuestro dedo índice de la mano contraria a la que estemos utilizando para agarrar el tenedor, lo que si debemos evitar que una vez realizado esto, nos chupemos el dedo utilizado, lo indicado es limpiarlo con nuestra servilleta; esto lo podemos hacer cuantas veces sea necesario. 
  • También es válido que cuándo comamos alimentos sólidos, utilicemos el tenedor a manera de cuchara, es decir pinchar el alimento y llevarlo a la boca de manera horizontal.
  • Debemos de tener mucho cuidado para que nuestro plato siempre esté fijo, de manera especial cuando se trate de sopa o caldo, lo que podemos hacer sujetándolo con una mano el mayor tiempo posible.
  • Valernos de un pedazo de pan, la tortilla o incluso el cuchillo pueden ser muy útiles para ayudarnos a empujar la comida a la cuchara o tenedor. 
  • Cuándo queramos ubicar algo en la mesa en la que estemos comiendo con otras personas, debemos de realizarlo sin despegar de la mesa nuestra mano, haciéndolo en diagonal y desplazando lentamente nuestra mano como si fuera una araña hasta encontrar lo que buscamos.
  • Cuando realmente no podamos hacer algo como partir la carne, poner en nuestra comida salsa picante, ponerle sal si le hace falta, ponerle aderezo a nuestra ensalada, entre otras cosas, no dudemos en pedir ayuda a alguno de los comensales que se encuentren en nuestra mesa, no faltará alguien que de buena forma y con comedimiento nos auxilie en ese momento.
  • Si la comida se lleva a cabo en un restaurante y vamos solos o acompañados por alguien a quién no le tenemos mucha confianza, cuándo ordenes tu comida al mesero que te atienda, pídele de favor que la carne ya te la traiga partida, en la mayoría de los casos lo hacen de muy buena gana, si por alguna razón el mesero no lo hace, pide hablar con el Gerente de Servicio o el jefe de meseros. 

Hasta aquí los consejos para que nuestro momento de la comida vuelva a ser lo que en un tiempo fue, y deje de ser un momento que nos presiona y no nos permite disfrutar los alimentos.

Finalmente, hay cuatro recomendaciones que no queremos dejar pasar, aplican para todas las personas, independientemente de que tengan discapacidad o no y son las siguientes:

  1. Debemos evitar hablar o intentar platicar con alguien cuándo tengamos comida en la boca, ya que además que se ve muy mal, ni se entiende lo que decimos y corremos el riesgo de atragantarnos.
  2. Si sentimos la necesidad de limpiarnos la nariz, sonarnos como se dice comúnmente, es preferible ir al sanitario para hacerlo sin problemas, que hacerlo en la mesa delante de los comensales, por mucha confianza que les tengamos, no deja de ser muy desagradable.
  3. Si tenemos la necesidad de toser o estornudar siempre taparnos boca y nariz con una servilleta, de no contar con ella, utilizar la parte interna de nuestro brazo a la altura de nuestro codo y voltearnos hacia un lado para hacerlo.
  4. Cuándo mastiquemos el alimento que nos hayamos llevado a la boca, siempre masticar con la boca cerrada, es horrible escuchar a una persona cercana que mastica los alimentos con la boca abierta.

Comentario final

Hay mucho escrito en relación a las reglas de etiqueta para el buen comer, así como hábitos y buenos modales para comportarnos adecuadamente en la mesa, este escrito más que apegarnos a todo lo escrito, nace de vivencias personales y de situaciones que nos ha tocado vivir a las personas con discapacidad visual.

Esperamos sinceramente sea de utilidad y nos ayude a las personas con discapacidad visual.

Artículo escrito por José Antonio Anguiano Cortés, que se publica en el blog HIT – Hagamos de la Inclusión un Todo, bajo la responsabilidad del autor.

4 comentarios sobre “La hora de la comida, momento crítico para una persona con ceguera adquirida

  1. La técnica del reloj me parece una estupidez:
    con que te digan arriba, al centro a la derecha, abajo a la izquierda es más que suficiente.
    Además de retrógrada me parece estúpida esa técnica.
    Retrógrada, porque ya la gente joven no sabe utilizar un reloj analógico,
    Y me parece estúpida la idea, porque se supone que lo que queremos es un trato igualitario, porque con nosotros sea de usar una técnica y decirnos a las tres, a las nueve, etc.…
    Si tuvieras que decirle a una persona normo visual donde están las cosas, no le vas a decir eso, le vas a decir abajo a tu izquierda, arriba a la derecha, etc.
    Entonces ¿por qué con los ciegos se habrá de usar el reloj?
    Se trata de simplificar las cosas, no de hacer las más complicadas.

    1. Estimado Eduardo, te agradecemos mucho tu comentario el cual es importante para nosotros, te invitamos para que investigues y veas que la técnica del reloj es una técnica vigente que se sigue utilizando para una correcta orientación a las personas ciegas. Coincidimos plenamente en que las indicaciones a una persona sin discapacidad son muy diferentes, incluso para ser sinceros, no necesitas decirle en donde están las cosas ya que él tiene la capacidad de ver y ubicarlas sin necesidad de ayuda. Nuevamente gracias por tu comentario, saludos cordiales.

  2. Excelente información!!! Ahora creo poder ayudar con más precisión a una persona con discapacidad visual,a parte de interesante el artículo ,es una buena guía de apoyo a los familiares de personas con discapacidad visual.
    Gracias .

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