¡Desarrollan un bastón y anteojos inteligentes para personas con discapacidad visual!
Son varios los artículos en los que hemos hablado de la Tiflotecnología y de las grandes aportaciones para las personas con discapacidad visual; en otros artículos hemos entrado al detalle de desarrollos específicos que a lo largo de los últimos años han facilitado la actividad diaria de las personas ciegas o de baja visión.
En esta ocasión, les hablaremos de un desarrollo tiflotecnológico en el que se viene trabajando desde el 2019 en Argentina, por lo que pudimos investigar está a punto de ser liberado; la gran ventaja que tienen los inventos que se realizan en Argentina, es que son mucho más accesibles, hablando de su precio, que los inventos europeos, que si bien es cierto son un número más importante, se encuentran fuera del alcance de la mayoría de las personas con discapacidad visual que vivimos en Latinoamérica.
Entremos al detalle del bastón y los anteojos inteligentes que pronto tendremos oportunidad de adquirir:
Se trata de un kit tiflotecnológico, que comprende un bastón y anteojos con sensores de proximidad infrarrojos para facilitar la movilidad, el tránsito y la autonomía de las personas con discapacidad visual.
Uno de los aspectos sobresalientes de este desarrollo tiflotecnológico, es que permite detectar obstáculos tanto a nivel de la cintura para abajo como hacia arriba, hasta la altura de la cara, esto se logra gracias al sensor incorporado a los anteojos que permite reconocer la presencia de obstáculos en altura, tales como: techos, anuncios colgantes o tipo bandera que salen de la pared, hasta ramas de árboles.
En tanto, el sensor del bastón no sólo reconoce objetos a media y baja altura, sino que además cuenta con la capacidad de detectar humedad y advertir sobre la presencia de charcos y pisos mojados, que podrían significar un riesgo para la seguridad y posibles accidentes de la persona con discapacidad.
De este modo, la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) en Argentina, suma un gran avance al desarrollo de la denominada tecnología wearable, que es la tecnología que permite que a los objetos de uso diario que llevamos siempre encima, se les pueda instalar un microprocesador. Una de sus características principales es que permite la multitarea, por lo que no requiere dejar de hacer otra cosa para ser usado y puede actuar como extensión del cuerpo o mente del usuario.
El particular invento funciona de modo tal que, al detectar un obstáculo, emite una alerta al usuario por medio de sonido y vibración, que puede manifestarse en el mismo bastón o en el teléfono celular a través de una aplicación móvil conectada vía bluetooth. Este software, que tiene un gran avance en su proceso de desarrollo, es un complemento que genera la comunicación bidireccional entre el dispositivo móvil y el bastón, permitiendo configurar algunos parámetros como la función de habilitar el sonido/vibración/mensajes de alarma o conocer el nivel de la batería.
Ivana Harari, coordinadora del proyecto, sostuvo que “los avances tecnológicos respecto a Internet de las cosas (IoT), como la tecnología wearable y móvil, se encuentran cada vez más disponibles, por lo que se puede aprovechar para mejorar la calidad de vida de las personas, en especial de las personas con discapacidad visual”.
Harari agregó que “el kit de anteojos y bastón wearables son parte de una tecnología que permite la interacción de forma continua con el usuario, identificando su entorno y actuando en función de ello. También posibilita una comunicación entre los mismos dispositivos y su interacción con una aplicación móvil que incluye una interfaz adaptada, simple y accesible para poder gestionar dichos dispositivos y configurarlos en forma autónoma”.
El prototipo se encuentra en proceso de desarrollo, con la particularidad de que en cada una de las etapas de pruebas, participan tres estudiantes ciegos que cursan en la facultad de Informática. Ellos son Maximiliano Vázquez, Tomás Falco y Walter Mendoza, quienes trabajan activamente para analizar su funcionalidad, verificar su diseño, validar su ergonomía y evaluar el impacto, permitiendo una retroalimentación y adecuación permanente.
Por su parte, los expertos en Informática Paula Altoaguirre y Rodrigo Torales se encargan del desarrollo del software móvil y su comunicación y gestión del kit. En tanto, el graduado de Ingeniería, Emiliano Albarracín, colabora en la parte de electrónica de los dispositivos, analizando características de las placas microcontroladoras, sensores y elementos necesarios para el armado del dispositivo y accesorios. Se trata de un equipo multidisciplinario que también cuenta con integrantes de la Facultad de Bellas Artes y Periodismo.
Laura Fava, otra de las docentes integrantes del equipo, afirmó que “estas herramientas son tecnologías de apoyo o rampas digitales, ya sean dispositivos, equipos, instrumentos, recursos tecnológicos o software que permiten incrementar, optimizar o suplir ciertas características funcionales de las personas con discapacidad, que se encuentran limitadas”.
Con este novedoso aporte la UNLP, se incorpora al espíritu de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad que, en su Artículo IV, indica la obligación de “emprender la investigación y el desarrollo, promover la disponibilidad y el uso de nuevas tecnologías, los dispositivos técnicos y tecnologías de apoyo adecuadas para las personas con discapacidad, así como otras formas de asistencia, dando prioridad a las de precio accesible”.
Comentario final
Cada vez que les damos a conocer algún desarrollo como el que hemos tratado en este artículo, al igual que ustedes nos entusiasmamos con la sola posibilidad de tener a nuestro alcance equipos y accesorios que facilitarán el desplazamiento de todos los que tenemos discapacidad visual.
¿Qué sería lo ideal? Que todos estos inventos pudieran ser liberados más rápido y que fueran realmente accesibles, en cuanto a su precio de venta al público, sin embargo debemos estar conscientes que difícilmente se darán esas dos situaciones.
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