“No puedo negar que mi discapacidad visual me ha hecho ver el mundo mucho más allá de lo que imaginaba antes”.- Ángela Carolina, poeta
Para empezar, déjenme comentarles que mi vida la divido en dos fases, antes y después de adquirir la discapacidad visual.
Mi vida antes de perder la vista.
Mi preparación y formación académica; mi matrimonio con Samuel Huerta, con quien tuve tres hijos, dos mujeres y un varón; mi crecimiento y mis logros en el ámbito profesional; todo en conjunto me colmaron de infinidad de satisfacciones.
Soy licenciada en Educación Básica, tengo la formación como maestra de primaria, mi ejercicio profesional en el magisterio duró 31 años, durante los cuales fungí como maestra ante un grupo, Directora de escuela y Supervisora de zona en el Valle de México.
Mi vida como persona con discapacidad visual
Desde hace poco más de veinte años quedé ciega a causa de desprendimiento de retina, lo que me obligó a jubilarme.
Mi rehabilitación y el proceso de vivir el duelo por la pérdida de la vista, me llevaron a buscar ayuda profesional con psicólogos, maestros en educación especial, quienes me brindaron la capacitación en actividades de la vida diaria, orientación y movilidad, aprendizaje de la metodología de la lecto escritura en braille, computación, etcétera, siempre con el apoyo incondicional de mi esposo y mis hijos.
Pasado este periodo, que duró varios años, y después de haberme fortalecido en lo anímico, en lo espiritual y en lo personal, comprendí que todavía tenía mucho que dar a mi familia, a la sociedad y a mí misma; por lo que decidí retomar el rumbo cursando las siguientes especialidades:
- Soy terapeuta Gestalt, atiendo a personas con o sin algún tipo de discapacidad, trabajo con personas adultas mayores como terapeuta y gerontóloga, tomando muy en cuenta, el enfoque del adulto mayor.
- Soy educadora de la salud sexual: Lo mismo atiendo a adolescentes, adultos y adultos mayores.
- Imparto talleres sobre los Derechos Sexuales de las personas con algún tipo de discapacidad.
Mi amor por la poesía
Desde muy joven me embelesaba leyendo, escuchando, o declamando poesía de diversos autores, y mejor aún, la que emanaba de mi propia inspiración.
Trabajando con adultos mayores, me di cuenta que una forma amable de transmitir el mensaje, es por medio de las bellas artes, siendo la poesía la que mejor domino.
Con esta metodología pude salvar todo tipo de barreras mentales, tales como: prejuicios, tabúes, credos religiosos, creencias limitadoras, por citar solo algunas.
Una gran satisfacción compartir mis conocimientos y vivencias
Desde hace seis años soy conferencista, imparto talleres, doy pláticas a diferentes grupos sociales; mi trabajo lo he desempeñado en instituciones educativas, laborales, en centros de formación y desarrollo humano.
He ido al penal de Santa Marta Acatitla a dar talleres y charlas a internos, tanto hombres como mujeres.
Participo en el mayor número posible de los talleres que se están impartiendo de manera digital, para seguir actualizándome.
Estoy colaborando en la UNAM, en el Campus Iztacala, en el área de Diplomados en la Especialidad de Geriatría y Gerontología con enfoque al adulto mayor.
En la parte política y como mujer con discapacidad, estoy colaborando en la Unión Latinoamericana de Ciegos, con un enfoque primordial al adulto mayor.
La belleza inigualable de la poesía erótica
A la par de todas las actividades señaladas, mi gran pasión sigue siendo la poesía, principalmente la de corte erótico, ya que esta nos acerca de manera ineludible a identificar esa parte medular que es la sexualidad de todos los seres humanos.
Actualmente, presento un espectáculo de poesía y canto sobre el erotismo, logrando que el público viva momentos de esparcimiento y gusto a través de la poesía erótica, experimentando satisfacción, gozo y placer espiritual, detonando a su vez creatividad de pensamiento.
Mi espectáculo de poesía erótica lo pueden escuchar en la estación Radio sin Luz, que es un proyecto del Centro Cultural de España en México mediante el siguiente enlace: https://www.facebook.com/EmisoraNacionalDeCiegos
Texto escrito por Rosalva García Benhumea
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